Cyrano de Bergerac observó que "una nariz grande es la marca de un hombre ingenioso, cortés, afable, generoso y liberal." Hemos observado que las narices, no como lucen sino más bien como funcionan, en efecto dicen mucho sobre una persona. Cada persona expresa un conjunto de genes de receptores olfatorios casi único, y por lo tanto podría tener una percepción olfativa única. Nosotros desarrollamos una prueba de percepción altamente sensible que denominamos "la huella olfatoria" que registra esta variabilidad. Las huellas olfatorias son entonces espejos de los genomas olfatorios individuales. Hemos demostrado que tales huellas predicen características genéticas vinculadas al sistema olfatorio, como algunos aspectos de la regulación inmunológica. Por lo tanto, una medición precisa de la percepción olfatoria revela información genética no olfativa significativa.
Detallamos el marco de referencia del algoritmo para las derivaciones utilizadas aquí en un artículo publicado por Secundo y cols., en Proceedings of The National Academy of Sciences (EEUU), que puede ser descargado de manera gratuita aquí. Detalamos el uso de esos datos en un artículo publicado por Snitz y cols., en el Journal of Chemical Senses, que pude ser descargado gratuitamente aquí. Con el presente trabajo intentaremos generar una huella perceptiva olfatoria para el inicio del Covid-19.